jueves, enero 19, 2006

14 – Algunas confesiones

"... - Cuántas veces me pregunto si esto no es más que escritura , en un tiempo en que corremos al engaño entre ecuaciones infalibles y máquinas de conformismos - ..." Cap. 73. Rayuela. Julio Cortázar. ************************************************************************************ guayaquil, 26 de mayo de 1956. estoy en la terraza de mi cuarto, aburrida de tener calor, aburrida de estar aburrida. la beba duerme su siesta; antonio anda por ahí, trabajando supongo, o en la cama de alguna morena, donde buscará consuelo del amor que no puedo darle. ..................................................................................... me pregunto que sentido tiene estar acá, en este puerto lleno de caimanes enbalsamados para turistas tan aburridos como yo. estuve pensando, cantar de noche en el bar del hotel, como para hacer alguna cosa diferente, total, el duerme con su hija en su cama, desde que yo no duermo con él. no sé si a estos pitecantropus les gustará mi repertorio francés. creo que es medio triste para un lugar de diversión. por ahí ataco con boleros. ..................................................................................... buenos aires, 19 de enero de 1957. vivir entre cuatro paredes sórdidas de hotel me está superando. antonio no me quiere ver cantar. dice que su mujer no debe trabajar. no me falta nada; no me sobra tampoco. estamos de vuelta, porque la situación por acá, es mejor que en centroamérica. lo que no quiere decir que sea la mejor. me volvería a mallorca si pudiera tomar coraje y pedírselo a él. ..................................................................................... me siento extraña en este país porque la gente es muy cerrada. de la casa al trabajo, del trabajo a la casa, criar los hijos, ir a la plaza el domingo, tomar un helado si hace calor, o pavear horas frente a un café frío en invierno. no sé cómo ven el futuro estas personas, ni cuál es la gracia de sus vidas. leen, y leen, y leen, y discuten de política a los gritos, y se quejan de todo, desde el aumento de la leche a la música del vecino. todos hablan como si fueran peritos en dulce de leche o intereses de banco. pero si les preguntara cuál es su sueño, no sabrían decirlo. no hacen más que hablar de fútbol, perón y minas, los hombres, y de precios, hijos y recetas, las mujeres. ..................................................................................... y yo estoy vegetal, esperando la carroza que me lleve vaya saber dónde, para salir de no sé qué, para poder ser no se qué. al menos sé lo que no quiero (ya es algo, no?) ..................................................................................... montevideo, 3 de enero de 1958. querida francoise: estoy muy contenta de haber encontrado tu carta. vine a pasar las fiestas en uruguay, con el viejo, que está tan senil ya, que no se dio cuenta de que me podía mandar tu carta a buenos aires. estuve viajando todo este tiempo por sudamérica, tratando de encontrar una salida a la crisis. hay mucho europeo trabajando por chirolas, no sé si por aventura, o por no volver con el rabo entre las piernas a su país. eso hace que se trabaje por monedas. mi marido es un excelente carpintero, pero hasta de electricista hizo, para poder darnos de comer. y ahora trabaja como un desgraciado, porque se le metió en la cabeza que necesita capital para la entrada de un departamento a plazos. me parte el corazón, porque sé que lo hace por mí, para sacarme de la pensión en que estamos. en vez del hotel familiar, ahora estamos en una casa antigua que alquilan a estudiantes, y que como gaby es muy calladita, nos dejaron quedar. ella es como el padre: ojos de jirafita, piel morena y sonrisa compradora. mis depresiones se estan yendo de a poco, y comienzo a ver el futuro un poco mas prometedor del lado de mi familia. estoy tejiendo unas blusas de señora para vender entre las novias de los que viven en la pensión. mas que nada porque cuando ocupo las manos mecánicamente, mi mente vuela bien lejos, y consigo recordar como era, cuando era feliz. ..................................................................................... me cuentas en tu carta, que horacio está en argentina, trabajando y casado o juntado con una mujer, y me parece extraño este cambio de personalidades ocurrido. ..................................................................................... resulta que ahora que él encontró su destino, yo lo perdí. ..................................................................................... presiento, (quiero presentir) que en realidad es temporario mi extravío, y que en algún momento volveré a ser la maga, y recordaré cómo se ríe y de qué color es el cielo. ..................................................................................... me causa escalofríos la historia de la ahogada en el sena, que todos pensaron que era yo porque en el fondo creo que me siento muerta en vida. morí una madrugada de mayo del 54, en un mugriento cuarto de hotel, rodeado de media docena de zombies de todas las nacionalidades, que se encontraron esa noche a discutir idioteces, mientras el mayor de los idiotas me escondía que mi hijito estaba muerto al lado mío, y no durmiendo. a veces pienso, que debería haber muerto yo, y no mi bebito. o debería haber muerto él, que no servía para nada. ..................................................................................... porque, cuál es el valor de un ser sin alma. de un parásito humano que sólo sabe beber y fumar. ..................................................................................... ni siquiera sabía ser feliz. ..................................................................................... perdóname. yo sé que te dije que quería saber por dónde andaba, pero ahora que me diste esa dirección de flores, la tentación fue de rasgar la carta en mil pedazos. de acá a poco, si la minita es idiota como él, quedará embarazada, y tendrá un hijo que será un descerebrado como él. y se repetirá la rueda del destino, de acá a veinte años, en parís o en filipinas. ..................................................................................... no sé porqué hablo de esto contigo, que estás siendo tan buena confidente conmigo. por más que me das permiso, no quiero decirte estas cosas, que son tan siniestras. te juro, francesita, que no te escribiré hasta que tenga algo muy bueno para decirte. te quiero. lucía.

1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

hola!!...desde argentina,te escribe otra Maga,emocionada de encontrar a una de las suyas,porque hay que saberlo,magas hay...solo que abundan los oliveiras!!..jajaja...hermoso tu blog...no lo abandones!!...

jueves, 23 de febrero de 2006, 11:15:00 p. m. GMT-3  

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal

cassia eller - palabras