jueves, enero 11, 2007

9 – DIBUJO DEL FUTURO

"Greg...había renunciado a la ilusión de entender, pero...le gustaba que los malentendidos guardaran un cierto orden, una razón...- Desde que te conozco no hacés mas que buscar, pero uno tiene la sensación de que ya llevás en el bolsillo lo que andás buscando...Y entre tanto le estropeás la vida a una cantidad de gente-. - Consienten, viejo, consienten -."... ************************************************************************************* mallorca, 2 de julio de 1954 querida francoise: una mendiga me contó alguna vez, que fue feliz en Mallorca, y eso quedó guardado como un banco de datos en mi cabeza. por eso decidí largarme para el sol, el calor y la alegría de los españoles. te pedí prestado dinero para ir a barcelona, y de ahí me embarqué para la isla, dejando los bofes en el mar, de tanto vomitar. y al llegar, en la calle mas movida, busqué un bar para recuperar mi hidratación perdida, y reparé que pedían camarera, así que ahí trabajé durante un mes. ..................................................................................... había un bailarin, cuarentón y muy bonito, con grandes ojos atentos a todo a su alrededor, que venía casi todas las noches a beber un licor, sonriendo para todo el mundo, pero sin envolverse con nadie. un día de poco trabajo, me preguntó si me gustaría conocer una playa, y yo que mal había recorrido la isla, trabajando sin parar para pagar el dinero que tú me prestaste en parís, le dije que sí, y así me vi arriba de una moto muy vieja, pero limpia y lustrosa, disfrutando del aire marino, con un moreno desconocido y caballeroso. me preguntó si conocía el africa; me reí y le dije que no. quiso saber porqué reía. le conté que en mi país había muchos negros, que me contaban tantas historias raras de sus ancestros africanos, que no me provocaban mucho deseo de descubrimiento. ..................................................................................... entonces me contó de las callejuelas obscuras, llenas de tiendas, con el aire impregnado de polvo, café y perfumes, con mujeres de ojos muy pintados y huidizos, cubriendo el rostro con manos de uñas rojas y pulseras tintineantes. me habló de la leche de camella que se bebe cuando no hay agua, y de como es dormir en un cuarto lleno de tapices en las paredes, que dan la sensación de estar en una tienda en el desierto. me contó de los mercados de la calle, con encantadores de serpientes y vendedores de filtros mágicos, cafeteras de plata, y zapatillas bordadas en hilos de oro. y realmente, yo no me imaginaba al africa de esa manera, sino como un gigantesco safari de leones, en una planicie verde, y con altivos guerreros pintados de barro blanco que se cortaban parte del sexo cuando eran adolescentes, o mujeres que eran mutiladas de su clítoris, para que no tengan placer. esas eran las historias que las viejas negras me contaron cuando era chiquita, y por las que no querían ni muertas, volver a su país. ..................................................................................... y ante mi expresion de espanto, se rió de mí, y me llamó de tontita, y yo lo miré desconcertada como si me pareciese que en alguna otra vida, alguien me llamó así alguna vez. entonces lo besé, mordiéndolo con rabia, por haberme traído un recuerdo que aún debía quedar sepultado en parís, junto con mi otro yo. bueno, basta. un beso de lucía.

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cassia eller - palabras