jueves, enero 11, 2007

8 – LA MUERTE

Creo que sacaré de la vida exactamente lo que en ella colocar.... No disminuiré mi trabajo por ver que los otros lo hacen......................... Finalmente, perdonaré los que me ofenden, porque comprendo que a veces ofendo los otros y necesito de perdón. (Acreditar - Mahatma Gandhi) ************************************************************************************* parís, 25 de mayo de 1954. ..................................................................................... no quiero acordarme de lo que pasó ese día, como no quiero desenterrar mi niñez, o no quiero acordarme de nada pasado. dicen que todo tiene remedio menos la muerte. por lo tanto, para qué ponerse a pensar en lo que podría haber sido, si ya es, o mejor dicho, ya fue. me quedé completamente sola y de golpe, porque el hecho accidental, espantó lo que quedaba de humano en los que me rodeaban. ..................................................................................... al don pirulero, cada cual atiende su juego o vegeta como le plazca. ..................................................................................... será que sacrifiqué mi atención inútilmente por quienes no lo valían? tal vez, ahora que lo analizo mejor, porque me sobra el tiempo que usaba en escucharlos, en el fondo no tenían valor espiritual alguno. ..................................................................................... puede que, en este momento de cisma, me parezca mil trillones de veces mas importante, el hecho de que en vez de prepararme para lo inevitable, se hayan quedado jugando durante horas, a la misma idiotez de siempre, y que es hablar y hablar, y diseccionar los hechos y las personalidades, y fumar, y beber, y seducir, hasta que el tiempo inexorable, me trajese a la triste realidad, para que entonces liberados del circo, pudiesen ir por ahí, cada uno con su excusa, a ejecutar cualquier cosa hasta la hora de cumplir con el rito fúnebre. podrían haberme enterrado a mí también, total, en ese momento, yo era un ente, un vegetal, un muñeco de trapo. ..................................................................................... y esos cobardes, se fueron a seguir sus vidas, mientras yo me quedaba en ese inmundo cuarto, juntando lo que ya no serviría nunca mas, tanto para el muerto como para mi. toda la manada huyó despavorida ante la fealdad de la tristeza real, para sus cuadros o sus libros. ..................................................................................... y él, el mas cruel de todos, que apenas me miró antes de perderse para siempre en la madrugada, acabó de desgarrar mi esperanza día tras día, hasta que no aguanté más ver esas cuatro paredes donde una vez creí que nos habíamos amado hasta desnudarnos de códigos y trampas. y entonces coloqué todo lo que alguna vez fue "nuestro", de todos, del club, en algunas cajas, que irían a parar la mayoría a la basura y el resto a la casa de cualquiera que las guardase hasta yo conseguir despertar de la pesadilla y tomar un rumbo. dejé los mínimos objetos de él, su maldita yerba, sus malditos discos, sus libros también mil veces malditos, bajo la custodia de un amigo, que pareció feliz casi de mas con la posibilidad de tener un cuarto gratis en parís. ..................................................................................... le dije que estaba cansada de esperar que todos encontrasen lo que buscaban, porque todo el tiempo parecían perderlo de propósito, para después tener algo por lo que salir corriendo a recuperar, y me miró con cara sorpresa, como si no se le hubiera jamás pasado por la cabeza que yo podía decir alguna cosa que realmente le interesara. y hasta tuve como una premonición de que a partir de ese momento, cualquier cosa que yo dijera para alguien, sería tomada como si fuese un descubrimiento científico. y habría algunos expertos que pondrían mis palabras en su boca, como si fueran de su propia cosecha. ..................................................................................... y me dió tanta rabia verlo con esa expresión, que comenzaron a caerme las lágrimas de manera descontrolada, y además sabiendo que él iba a pensar que era por el duelo, cuando en realidad era por la vida que me entraba, que por primera vez en mucho tiempo, comenzaba a ser mía y solo mía, y no en función de los proyectos y necesidades de los otros. ..................................................................................... lloraba preguntándome en silencio, cuántos más habría por ahí como yo, que sentían que debían compartir con las personas, el don de ser alegres y felices y despreocupados por la existencia y sus meandros sociales o filosóficos, pero recibiendo en cambio solamente puñaladas y desprecio. ..................................................................................... por un breve instante sentí como si estuviera despojándome de alguna piel que se quedaba para atrás, y que me convertía nuevamente en una mutante, pero ahora en una versión diferente de la adolescente que había sido. ..................................................................................... y me fui, sin saber a dónde, sin saber que decir o dejar dicho, y sin saber si valía la pena decirlo, si lo supiera, porque estaba todo roto, masacrado y sin arreglo posible, porque cuando se rompe el vaso, aunque se lo pegue y siga sirviendo para beber, ya no tendrá la transparencia original. ..................................................................................... y mi alma de cristal se rompió en mil pedacitos, que todavía no consigo juntar y pegar, entonces es mejor que me oculte en las sombras hasta recomponerme, si es que eso es posible alguna vez, hasta que encuentre un para qué podría servir un alma rota. ..................................................................................... y en el fondo sé que ese vaso roto en el que me transformé, algún día volverá a quebrarse, una y otra vez, por diferentes personas y circunstancias, y cada vez seré de nuevo el mismo vaso roto y pegado, perdiendo por el camino mínimas partículas que ya no servirán más, nunca más, pero...dejando pequeños espacios de vacío, de aire, etéreos huecos de nada, hasta que ya no tenga más nada para juntar y soldar, y me haya evaporado en el viento.

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